Viejo molino de las peñas
Una
leyenda que se habla de amor y desgracia.
27
de noviembre de 2013, Ciudad Guzmán Jal.
Cielo
Jaqueline Melchor Rodríguez
Todo
comienza con la fecha de un 3 de mayo de 1720, donde apenas finalizaba la celebración
de la Santa Cruz, en ese tiempo llamado, el pueblo de Santa María de la Asunción
de Zapotlán, durante el virreinato de la Nueva España.
Año
tras año la familia Palomino, festejaban con una gran fiesta e torno a la Cruz
del Cuascomat. Durante la festividad acudían varias familias indígenas, pero
destacaban la presencia de dos españoles: Don José María de Anguiano, jefe de
uno d los hijos de José Agustín Palomino y Don José Vicente Manzano, gran amigo
del señor Anguiano, que lo acompañaba su hermosa hija Doña María de San Xacovo.
Doña
María tenia sangre indígena, ya que su madre que había fallecido al momento de
dar la luz, fue una mujer era de raza indígena, pero lo que a Don Vicente le
preocupaba era que su hija se llegara a fijar de un indígena, el solo quería que
su felicidad la encontraría con un buen caballero español, quería lo mejor para
ella.
Ese
mismo día de la celebración de la Santa Cruz, María se dirigía directamente a
la cocina, donde se encontró con un joven, hijo menor e Agustín Palomino, quedándose
asombrado por la hermosa belleza de María, en sus ojos le llego ese intenso
brillo que deslumbraba.
Al
momento de querer cruzar la palabra, fueron interrumpidos por Don Vicente. Aunque ellos no tuvieron esa
oportunidad de hablar, lo que si sabían era que a los dos les había llegado ese
flechazo.
El
padre de María al momento de llegar a su casa, le dijo que no quería pasar vergüenzas,
que sus amistades que pensarían al ver que platicaba con ese tipo de personas.
Tiempo
después, José Agustín Palomino se quedo con una deuda, pidiendo prestamos y demás,
quedaron como respaldo las escrituras de sus terrenos, sin saber con quien
recurrir, fue directamente con Don Vicente Manzano, comentándole lo que había sucedido,
accediéndole un nuevo prestamos, pero con la misma condición, las escrituras de
sus terrenos.
Molino viejo, donde lo podemos encontrar en el Parque Ecológico Las Peñas. |
Después
de un año, Don Vicente se volvió dueño de esos terrenos, aprovechando las
valiosas tierras que se encontraban, donde se cosechaba gran cantidad de maíz,
trayendo grandes ganancias, haciendo un molino para la elaboración de la harina de trigo.
Con
la gran sensación del famoso molino, allí trabajaba Martin. Los dos desde aquel
di de la Santa Cruz se enamoraron profundamente, pero ambos sabían que debían de
callar y era difícil tener una relación.
María
tuvo la iniciativa de hablarle a Martin por su gran amor, ya que en esas fechas
era algo convencional declararle el amor a un hombre. Su amor era tan intenso
desde aquel día que se conocieron y mas en ese momento que los dos sabían que
eran bien correspondidos.
Con
pretextos María y Martin trataban de pasar el mayor tiempo juntos, sin embargo
Don Vicente sabia lo que realmente estaba sucediendo, pensando en las vergüenzas
y desdichas de verse tachados por la sociedad española, así que comenzó a elaborar un plan para terminar con ese amor.
Una
noche Don Vicente cito a Martin y le comentó que algo no estaba funcionando correctamente,
que si podría irse a la parte mas baja del cuarto de la molienda, María
acompaño a su padre, para el mejor para que ella se diera cuenta que lo que sucedería
fue un accidente.
Martin
ya estando abajo empezó a revisar, pero un pequeño ruido lo distrajo y salió rápidamente
del lugar, mientras que María sin darse cuenta que Martin ya había salido, ella
entro al cuarto solo para estar cercas de Martin, es allí donde empieza la
desgracia, una multitud de agua empieza a salir por el infierno, haciendo rodar
el rodete, quedando prensada María, un grito lamentable hizo que Don Vicente Y
Martin fueran al lugar, para ver lo que sucedía.
Al
llegar Don Vicente, vio que su malvado plan, trajo como consecuencia la muerte
de si hija María, enloquecido no sabia que era lo que salió mal, si el que debería
estar en el lugar de su hija era Martin.
Al
poco rato llega Martin y a ver que su amor estaba muerta, sus ojos escurrían grades
lagrimas, ofreciendo su vida a cambio de
que algún día se volviera a encontrar con su amada.
Después
de un tiempo Don Vicente vende el molino. Todo el pueblo habla de la gran desgracia
y lo que Martin había dicho antes de matarse. Todos
esperaban que algún día María y Martín reencarnaran para sellar su amor frente
al molino.
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